
🔸 Actriz terminó vendiendo en un mercado sobre ruedas luego de figurar en el cine mexicano.
#ESPECTÁCULOS | Aunque en su momento fue una figura reconocida del cine mexicano, actuando en películas junto a Silvia Pinal o Juliancito Bravo, la actriz Lucy Buj decidió dejar el mundo del espectáculo y llevar una vida alejada de los escenarios, ganándose la vida como vendedora en un tianguis.
Fue hacia el final de la década de los 60 e inicios de los 70 que, en la pantalla grande, se estrenó la película María Isabel, llamando la atención una pequeña de apenas 9 años que interpretó el personaje de Rosa Isela, la niña malcriada que se avergonzaba de su madre por ser sirvienta.
Esa niña era Lucy Buj, identificada como «La Güerita de las trencitas», quien posteriormente participó en películas como El libro de piedra, Primera comunión, Las aventuras de Juliancito, El amor de María Isabel, Jóvenes de la Zona Rosa, Los amores de Chucho el Roto y La hermana trinquete.
Sin embargo, con apenas 11 años y tras participar en todas esas películas entre 1968 y 1970, decidió retirarse del mundo del espectáculo tras sufrir acoso por parte de un director de cine.
“Todo salió muy bien y cuando entré con el director, muy prepotente, odioso, me dijo: ‘si quieres firmar tu contrato, te veo hoy a las 11 en mi casa’, le dije: ‘¿sabe qué?, yo todavía juego a las Barbies, no soy precoz. Si usted quiere que yo firme, hable con mi mamá, ya llegó’. Cuando salí dije: ‘nunca más, hasta aquí llegó mi carrera’”, declaró Lucy Buj en una reciente entrevista que dio al canal de YouTube Historias, Mitos y Tragedias del Cine Mexicano.
Una nueva vida lejos de los reflectores
Alejada completamente del mundo de la farándula, Lucy Buj estudió para ser intérprete y traductora, aunque también se ganó la vida vendiendo en los tianguis, lugar en el que incluso la gente la reconocía como la niña que había participado en películas del cine mexicano.
“Terminé mi secundaria, mi prepa, y después me metí a hacer la carrera de intérprete y traductora. Estudié inglés, francés (…) me preparé para trabajar en la embajada.
“Según la gente, no he cambiado mucho (…) me reconocen mucho, estuve vendiendo mercancía en los tianguis y me decían: ‘Ay señora, yo la conozco’”, agregó Lucy, quien no descarta algún día volver a la actuación, ya sea en una película o en una telenovela, porque dice que es algo que todavía le “apasiona”.