🔸 Las agencias de ayuda esperan que esos números aumenten drásticamente, ya que el acceso es lento a áreas remotas donde las comunicaciones están caídas
#INTERNACIONAL | El número de muertos por el potente terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Myanmar la semana pasada ha superado las 2.000 víctimas, informaron medios estatales este lunes. Entre las tragedias reportadas, 200 monjes budistas murieron aplastados en un monasterio colapsado, 50 niños perdieron la vida cuando su aula de preescolar se derrumbó y al menos 700 musulmanes fallecieron mientras rezaban en las mezquitas durante el Ramadán.
El sismo, con epicentro cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, ha dejado miles de heridos y cerca de 270 personas desaparecidas. Naciones Unidas y organizaciones de ayuda han advertido que la catástrofe podría agravar la crisis humanitaria en un país ya afectado por la guerra civil, con un acceso limitado para las misiones de socorro.
Rescate bajo condiciones extremas
Las labores de rescate se han visto obstaculizadas por cortes de energía, escasez de combustible y comunicaciones intermitentes. La falta de maquinaria pesada ha obligado a los rescatistas y voluntarios a buscar sobrevivientes manualmente bajo temperaturas que superan los 40 grados Celsius.
En el monasterio U Hla Thein, en Mandalay, los rescatistas siguen buscando los cuerpos de unos 150 monjes fallecidos. Por otro lado, la Red Musulmana de la Revolución de Primavera de Myanmar informó que al menos 60 mezquitas resultaron dañadas o destruidas. Videos publicados en el sitio de noticias The Irrawaddy muestran el colapso de varias de ellas.
El líder del gobierno militar, Min Aung Hlaing, comunicó al primer ministro de Pakistán que el saldo oficial asciende a 2.065 muertos y más de 3.900 heridos. No obstante, las agencias humanitarias prevén que las cifras aumenten significativamente a medida que se logre acceso a zonas remotas.
Llamado urgente de la ONU
La representación de Naciones Unidas en Myanmar ha solicitado acceso sin restricciones para los equipos de ayuda. “Antes de este sismo, casi 20 millones de personas en Myanmar ya necesitaban asistencia humanitaria”, afirmó Marcoluigi Corsi, coordinador humanitario de la ONU en el país.
La magnitud del desastre aún es incierta. Lauren Ellery, subdirectora de programas del Comité Internacional de Rescate (CIR), declaró que en una ciudad cercana a Mandalay el 80% de los edificios se desplomó, pero la falta de telecomunicaciones ha dificultado la difusión de la información. Además, deslizamientos de tierra han aislado físicamente algunas zonas afectadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre la destrucción de tres hospitales y daños parciales en otros 22. Se requiere con urgencia atención traumatológica, insumos médicos, apoyo de salud mental y equipos de transfusión sanguínea.
Infraestructura colapsada
Según la agencia humanitaria de la ONU, más de 10.000 edificios han sido destruidos o severamente dañados en el centro y noroeste del país. En el distrito de Mandalay, el derrumbe de una escuela de preescolar cobró la vida de 50 niños y dos maestros.
Un análisis de inteligencia artificial sobre imágenes satelitales realizado por el laboratorio AI for Good Lab, de Microsoft, detectó al menos 515 edificios con daños de entre el 80% y el 100%, mientras que otros 1.524 presentan deterioros entre el 20% y el 80%.
Las autoridades y organismos internacionales continúan evaluando la situación, mientras las operaciones de rescate y asistencia avanzan a paso lento en medio de un escenario de destrucción y sufrimiento.
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