🔸 Exámenes toxicológicos y nuevas imágenes contradicen la versión de dos turistas estadounidenses que afirmaron haber sido drogadas con fentanilo en un hotel de Cancún.
El reciente caso de dos turistas estadounidenses que alegaron haber sido drogadas con fentanilo en un hotel de Cancún ha tomado un giro inesperado tras revelarse que no presentaron rastros de drogas en los exámenes toxicológicos. Las mujeres, quienes inicialmente afirmaron haber ingerido solo agua, ahora enfrentan serias dudas sobre la veracidad de sus acusaciones.
El Fiscal General de Quintana Roo, Raciel López Salazar, confirmó en una entrevista desde Cancún que las jóvenes, quienes denunciaron haber estado intoxicadas, no mostraron ningún rastro de sustancias como el fentanilo en los análisis practicados. “No hay evidencia de consumo de drogas ni de narcomenudeo relacionado con fentanilo en el estado de Quintana Roo”, subrayó el fiscal, despejando así las especulaciones iniciales que rodearon el caso.
Las investigaciones se intensificaron cuando surgieron imágenes que muestran a los turistas bebiendo en el área de la piscina junto a dos hombres. Estas imágenes contradicen sus declaraciones de que solo habían consumido agua. De acuerdo con López Salazar, una de las jóvenes fue trasladada a un hospital privado para realizarle un examen toxicológico, el cual resultó negativo para cualquier tipo de droga.
El caso, que cobró relevancia tras ser difundido en redes sociales por las propias turistas, ha despertado preocupación no solo en México sino también en Estados Unidos. Los denunciantes alegaron además haber sido extorsionadas y enfrentado problemas graves de salud antes de regresar a su país. Sin embargo, la falta de detalles específicos y la ausencia de una denuncia formal han complicado la investigación.
El secretario de Turismo de Quintana Roo, Bernardo Cueto Riestra, declaró que ha estado en contacto con el consulado estadounidense en un intento por obtener más información sobre el estado de los turistas y los detalles del supuesto incidente. Sin embargo, la falta de cooperación por parte de los familiares y la inexistencia de una denuncia formal han dificultado los esfuerzos por esclarecer los hechos.
Este incidente ha resaltado la importancia de manejar con responsabilidad las acusaciones que pueden afectar la imagen de destinos turísticos y la percepción de seguridad en la región. Mientras tanto, las autoridades continúan instalando a los turistas a actuar con transparencia ya reportar cualquier problema de manera formal y oportuna.
El caso ha generado una reacción en cadena tanto en la comunidad turística como en la opinión pública, poniendo en evidencia la necesidad de abordar con seriedad cualquier acusación que pueda afectar la reputación de un destino. Las autoridades han reiterado su compromiso con la seguridad y el bienestar de los visitantes, al tiempo que buscan evitar que este tipo de situaciones generen alarma sin fundamento.
A medida que avanza la investigación, las autoridades mexicanas esperan obtener más detalles para cerrar el caso, mientras que el impacto de estas revelaciones sigue resonando en ambos lados de la frontera.
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