Pablo Landa, nuevo director del recinto, habla de los planes en la programación.
Pablo Landa Ruiloba apuesta por la creación de un fondo documental que hable de la historia del Museo Experimental el Eco y de sus aportaciones al arte, así como por el impulso a los proyectos de investigación y de exposición que articulen a la arquitectura, al diseño y al arte.
En enero fue designado director, y después de tomar posesión del espacio museístico, creado en 1953 por el arquitecto Matías Goeritz, el antropólogo y curador de exposiciones de arquitectura y fotografía plantea cuáles serán sus líneas de acción al asumir este nuevo reto.
“El museo es un lugar increíble tanto por su arquitectura como por su historia. Aquí se da el encuentro entre la arquitectura y el arte del escultor y pintor Mathias Goeritz (1915-1990), quien concibió este espacio como una ‘escultura habitable’”.
El inmueble fue muchas cosas más: espacio de teatro, de conciertos, cabaret y restaurante, hasta que en 2005 la UNAM lo reinauguró como el Museo Experimental el Eco.
“Desde entonces ha sido sede de un programa muy ambicioso, por aquí han pasado los artistas más importantes de México y otros países. Se pensó que era un gran espacio para provocar reflexiones en torno a la arquitectura y se hizo el Pabellón Eco, que ahora es bianual y convoca arquitectos para un concurso de intervención del patio del museo”.
Espacio de reflexión
El antropólogo agrega que en los últimos años ha habido un programa de arquitectura y de arte que convive en este espacio: “La idea es afirmar esa doble vocación y desarrollar también exposiciones que incorporen al diseño como su tercera misión.
“Buscamos entonces cumplir con una programación de arte, arquitectura y diseño porque es una disciplina más reciente que no tiene una sede tan desarrollada, cuando están ocurriendo muchísimas cosas en el diseño mexicano, que ha llamado la atención en el extranjero. Justo estamos pensando este espacio para la confluencia entre arte, arquitectura y diseño, por lo que desarrollaremos exposiciones en torno a esos tres temas”.
Rodeado por las obras de la exposición de Germán Cueto, el director del Museo Experimental el Eco dice que trabaja en un nuevo proyecto para reflexionar y dar a conocer la historia de este espacio con la construcción de un fondo documental.
Cátedra Mathias Goeritz
Landa Ruiloba comenta que jamás se imaginó llegar a la dirección de este lugar y que fue una agradable sorpresa la invitación. Comenta que está feliz con su nueva responsabilidad.
“Es un recinto fundamental para la historia de la cultura de México, uno de los espacios pioneros para presentar y discutir el arte moderno y contemporáneo en América. Estamos hablando que desde los años 50 desde aquí se reflexionó sobre qué debe presentar un museo y para qué sirve”.
El otro gran proyecto en el que ha estado trabajando es en la “Cátedra Mathias Goeritz, espacios especiales de la UNAM” para desarrollar programas de investigación, divulgación y reflexión sobre la relación del arte y la arquitectura.
“Estamos desarrollando un programa que tiene que ver con todo lo que sucede a nuestro alrededor, con el arte y el espacio público en torno al museo, con la intención de interactuar con el Monumento a la Madre, el Monumento de la Revolución, el Paseo de la Reforma y las colonias con valiosos elementos históricos”, cuenta.
La propuesta es organizar una serie de recorridos que salgan del museo con especialistas y con académicos con la finalidad de que cada uno aborde temas distintos acerca de los monumentos, el arte público y el espacio público.
La serpiente
El director cuenta que aún está desarrollando el programa de las próximas exposiciones. Por lo pronto está en puerta la inauguración de la muestra de la escultora Gerda Gruber (Austria, 1940).
Landa Ruiloba dice que no le tocó programar esta exhibición que ocupará cada rincón del museo y será muy interesante debido a que la artista “tomó la provocación de La serpiente de Mathias Goeritz para hacer una intervención en el patio, inspirada en esa obra de escultura, solo que ella hará una instalación con cuerdas.
“La idea es que, a pesar de que ya no está físicamente la escultura La serpiente de Mathias Goeritz, esté en la memoria colectiva como parte de lo que ha habido en este patio, y se hace presente en las intervenciones que van haciendo los artistas y arquitectos que nos visitan”.
El Museo Experimental el Eco se ubica en Sullivan 43, en la colonia San Rafael, y se puede visitar de martes a domingo de 11:00 a 18:00 horas.
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