El combinado nacional inicia su actividad de 2024 en la Final Four de la Nations League, torneo en el que colapsaron los últimos dos procesos del Tricolor; Panamá es el rival en semifinales y el objetivo es ganar el título por primera vez
Momento de la verdad para la Selección Mexicana. El equipo de Jaime Lozano se juega ante Panamá el pase a la Final de la Nations League, un torneo que se le ha resistido al conjunto mexicano en las ediciones anteriores y que incluso ha marcado el punto de rompimiento de los últimos dos procesos de los entrenadores que estuvieron al frente del banquillo Tricolor.
El momento de la Selección no es el mejor, los resultados que se dieron contra Honduras el pasado mes de noviembre volvieron a levantar los cuestionamientos sobre el trabajo de Jaime Lozano, las formas siguen sin convencer, pero ahora el partido de este jueves se presenta como la oportunidad perfecta para despejar dudas y recuperar certeza, pero contarán mucho los modos.
Lo que se espera de México es ver una evolución, que se muestre como un equipo que va tomando una identidad de juego y que sea capaz de ser solvente ante un equipo al que venció en la última final de la Copa Oro, pero fue capaz de poner en predicamentos al conjunto mexicano.
El Jimmy es consciente de la necesidad que existe por encontrar un buen resultado, hoy tiene que ganar y convencer, mandar un mensaje futbolístico de que su equipo va creciendo y que puede romper con la sequía de este torneo en el que Estados Unidos se ha levantado como potencia, para ello convocó a un grupo de jugadores base, caudillos en los que ha depositado su confianza y que hoy lo tienen que respaldar.
La Nations League se ha convertido en un calvario para los últimos entrenadores del conjunto mexicano. La final de la primera edición de esta competición se celebró el 6 de junio de 2021, en Denver, Colorado.
La Selección Mexicana, en ese entonces estaba comandada por Gerardo Martino, quien venía con una buena racha de resultados, se situó en la final contra Estados Unidos, en un mano a mano entre las dos selecciones más fuertes de la zona, parecía que era un buen momento para marcar terreno.
México se puso en ventaja en dos ocasiones, pero los estadunidenses le dieron alcance y un penal en tiempo extra de Christian Pulisic fue decisivo, el Tricolor cayó y a partir de ahí, el proceso del Tata empezó a tambalearse.
Y un par de meses después Estados Unidos le ganó la final de la Copa Oro a México con un cuadro alterno. La Nations League marcó el inicio del declive del Tata Martino en el timón de la Selección Mexicana.
Sentenció a Cocca
Después del fracaso en el Mundial de Qatar, la FMF eligió a Diego Cocca como responsable del banquillo Tricolor, en una decisión que generó cuestionamientos, pero que encontró su punto de quiebre en la Nations League.
México llegó a la semifinal, de nuevo mano a mano con Estados Unidos, un duelo para que Cocca ganara credibilidad, pero no pasó. El 15 de junio del año pasado, en Las Vegas, el proyecto de Diego Martín Cocca capituló.
Estados Unidos, con un entrenador interino, se llevó por delante a México, el 3-0 (doblete de Pulisic y uno más de Ricardo Pepi) fueron un golpe contundente para una Selección que carecía de identidad y que ya acusaba conflictos internos. El Tricolor se impuso a Panamá en el juego por el tercer lugar, pero un día después Cocca fue despedido.
Jaime Lozano se juega mucho esta noche ante Panamá. La credibilidad de su proyecto depende de ganar la Nations League.
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