La nadadora artística tricolor estará en los Olímpico pese a los dilemas que ha afrontado
Cuentan las leyendas náuticas de seres enigmáticos que habitan los mares. Sirenas cautivadoras que endulzan el alma con su voz, pero con un peligroso secreto detrás de su sonrisa.
Así es Jessica Sobrino, valiente y sobrenatural. La acróbata del equipo mexicano de natación artística lleva un largo tiempo desafiando la lógica.
Me rompí el tímpano hace 12 años, debo llevar siempre un tapón cuando entro al agua. Eso me ha marcado por completo, porque soy completamente acuática, los doctores decían que tenía que dejar de nadar”, relata
Tras una retrospectiva sobre su trayectoria, reflexiona que esa lesión de tímpano —sufrida por una mala caída durante una rutina— es el mayor desafío de su vida, por vislumbrar un supuesto adiós a su gran sueño, unos Juegos Olímpicos.
Estuve seis meses fuera del agua. Después, una doctora logró apoyarme, para utilizar un tapón. Es peligroso, porque puedo tener infecciones que pueden llegar al cerebro”.
Ahora Sobrino está en cuenta regresiva para presentarse en París 2024, gracias a su perseverancia y al boleto que ganó con el equipo en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Por eso una felicidad inmensa la acompaña, porque no se mira fuera del que ha sido su elemento desde que tenía seis años.
Mi hermana (Pamela) empezó con la natación artística y yo siempre estaba copiándole todo. Pero me enamoré de este deporte por juntar lo que he practicado: ballet, gimnasia, natación y atletismo”.
Pero no sólo le sonríe al peligro, pese a la vulnerabilidad por el tímpano, también le saca provecho al aspecto musical de su deporte como lo haría una sirena y su hipnótico canto sobre el marinero perdido.
“Me gusta mucho hacer la edición musical de las rutinas”, presume la atleta que en mayo próximo cumplirá 30 años. Experiencia bien invertida. “También edito música para las rutinas de clubes de otros países y para casi todos los clubes de México”.
BUENA CAUSA
Fuera del agua, Jessica Sobrino se convierte en un ángel que cuida de otros seres. Su amor por los animales la han llevado a rescatar perros en condición de calle.
Llevo como 10 perros rescatados. Tengo ahorita una que se llama Chilindrina, estaba mal y esperando perritos, después los dimos en adopción. Esa perrita me ha marcado por completo, es mi favorita, es la que me acompaña a todos lados”, refiere sobre la mascota que suele acompañarla hasta en el aeropuerto antes de viajar a las competencias y cuya presencia suele alegrar al resto de las nadadoras del equipo.
En el cariño de un perro también encontró la respuesta para canalizar la presión que enfrenta un deportista de alto rendimiento. “Los animales son terapéuticos, te ayudan con todo el estrés y la ansiedad, ellos te relajan”.
POR MEJORAR
Tras la participación del equipo en el reciente Campeonato Mundial de la World Aquatics en Doha, Sobrino aterrizó los puntos a mejorar para aspirar a las medallas de París 2024, aunque el mayor reto es el mismo, los apoyos económicos para el serial de la Copa del Mundo.
Tenemos que practicar las rutinas nuevas antes de presentarlas en Olímpicos, es pesado entrenar y conseguir apoyos para competir. Estamos trabajando con la creación de una rutina técnica; en mejorar la que presentamos, la acrobática; la rutina libre hay que subirle la dificultad, presentamos una de 47 grados de dificultad en Panamericanos y debemos subirla por lo menos 10 puntos”.
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