El gran pulmón urbano de la capital potosina cuenta con dos cuerpos de agua principales, y aunque técnicamente ninguno es un lago natural, dan vida a este parque
El Parque Tangamanga I de la capital potosina es uno de los más grandes parques urbanos del país y cuenta con dos lagos, el Lago Mayor y el Lago Menor, que aunque técnicamente no son naturales sino represas construidas por el hombre, constituyen un importante rol del paisajismo urbano y de la vida silvestre que ha encontrado su hogar en este lugar.
Lo que hoy conocemos como Parque Tangamanga I correspondió en épocas de la colonia a la Hacienda de “La Tenería”, de acuerdo con información de los sitios oficiales de estos parques, en aquel entonces dentro de esta propiedad se incluían ya los dos “lagos” que en realidad son un par de represas construidas para atender las necesidades de la actividad agropecuaria de la época.
En los años ochenta, cuando el terreno pasó a ser propiedad del estado y se emprendió el proyecto del Parque Tangamanga, estos dos cuerpos de agua principales fueron renombrados como “Lago Mayor” y “Lago Menor”, emulando a los lagos que existen en el Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México a fin de convertirlos en un atractivo más para los visitantes.
Cabe mencionar, que el Lago Mayor está registrado como “presa” ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de ahí que ha sido la encargada de darle mantenimiento e incluso se reforzó su cortina principal. Conforme a la misma dependencia, esta represa hoy en día cuenta con una capacidad de alrededor de 300 mil metros cúbicos. Sobre el Lago Menor no hay información precisa acerda de sus diminensiones; sin embargo, se aprecia que ocupa un área de aproximadamente un tercio del mayor.
Este lago está dividido en dos partes por un muro de varios metros de altura. Actualmente una de estas divisiones pertenece al recién inaugurado “Jardín Japonés” que incluye un “Torii” de tamaño considerable, además cuenta con un paseo peatonal cercado por el que se puede caminar a su alrededor; en cambio, la otra mitad se encuentra en mayor estado silvestre, sin ningún tipo de protección ni infraestructura.
Sequía ha dejado a los lagos del Tangamanga casi sin agua
La sequía excepcional que se vive en San Luis Potosí ha afectado notoriamente los niveles de estos lagos, aunque afortunadamente no se han secado completamente y aún rebozan de gran actividad, sobre todo por parte de aves acuáticas que aprovechan para nadar en sus aguas y buscar algo de comida entre las partes más fangosas.
Actualmente el Lago Mayor es el que cuenta con mayor cantidad de agua, y aunque no ha alcanzado aún una situación crítica, está muy lejos siquiera de la mitad de su capacidad.
Pese a la falta de lluvias este lago no ha mostrado su peor cara, pues se recuerda que a principios de los noventa, y durante varios años, el espacio fue ocupado incluso con canchas de fútbol de tamaño profesional con porterías incluidas, debido a que el terreno no cotaba con gota de agua.
Por otro lado, la mitad más silvestre del Lago Menor es la que goza de “mejor salud”, por así decirlo, pues cuenta con buena cantidad de agua quizá más de la mitad de su capacidad regular.
Al ser esta una de las zonas menos visitadas del parque, aquí es donde se concentran la mayor parte de aves acuáticas y migratorias como patos y garzas que se pueden apreciar por los visitantes.
En tanto, es la otra mitad de este lago la que se visualiza en agonía. La parte que hoy conforma al Jardín Japonés, ya solo cuenta con una cantidad mínima de agua, que a simple vista es verdosa y fangosa, incluso se percibe un olor fétido.
Sin duda, el espacio lacustre está lejos de su capacidad total, sólo algunos patos distraídos se encuentran en el lugar y el “Torii” japonés se destaca en lo que ya es una paisaje desierto.
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