El resurgimiento de la selección mexicana femenil tras el fracaso por la ausencia en el Mundial.

El resurgimiento de la selección mexicana femenil tras el fracaso por la ausencia en el Mundial

La llegada de Pedro López al banquillo de la Selección Mexicana revitalizó y le dio identidad a un equipo que venía de fracasar, tras quedar fuera del Mundial de Australia y Nueva Zelanda y de los Juegos Olímpicos.

El triunfo de la selección mexicana femenil sobre Estados Unidos en la Copa Oro ha sido uno de los mejores resultados de los últimos tiempos, hacía falta una alegría así para una categoría que busca emerger con más fuerza en México. Es, también, un llamado al optimismo, que le muestra a los escépticos que el futbol femenil puede crecer, ahí están como muestra las medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y en los Panamericanos del año pasado, y ahora se suma esta victoria ante un equipo de jerarquía como lo es el estadunidense, que es una potencia mundial.

El arquitecto de estos logros ha sido Pedro López, el entrenador español que llegó a México para generar un cambio en varias aristas, pues el equipo nacional precisaba de un vuelco en lo mental y en lo futbolístico, después del fracaso del Premundial en Monterrey.

El estratega fue elegido por su vasta experiencia, sobre todo con las selecciones menores de España, con las que logró éxitos relevantes de corte internacional y porque en su estilo de juego priorizaba la formación y desarrollo de las capacidades de sus futbolistas, el buen trato de pelota desde la defensa, un equilibrio en las fases defensiva y ofensiva y un corte ofensivo, condiciones que embonaban a la perfección para una estructura en selección femenil que se había resquebrajado a nivel mayor y en la selección sub 20.

Desde el inicio de su gestión, López tuvo claro que en México encontraba tierra fértil; era su primera experiencia a nivel mayor y le convenció que confiaban ciegamente en su capacidad para construir una identidad en la selección mexicana. Desde el plano directivo, en la Federación Mexicana de Futbol, se depositó en él todas las herramientas y una gama de recursos que antes no existían.

Pedro se puso manos a la obra, se le veía en los campos de entrenamiento y en los partidos, analizando a detalle las condiciones de las jugadoras mexicanas que pudieran adaptarse a su ideario futbolístico, la naciente Liga MX Femenil estaba llena de jugadoras con hambre de éxito y también con un ánimo de revancha por demostrar que el futbol femenil puede y debe ser una apuesta seria a todos los niveles. El objetivo era claro: México no se podía volver a permitir quedarse fuera de un Mundial, con el 2027 como meta a corto, mediano y largo plazo, así se ha ido trabajando convocatoria a convocatoria, partido a partido.

La evolución del Tricolor femenil
No, su visión e ideología no han cambiado por los éxitos recientes ni por el triunfo ante Estados Unidos ni por la manera en que ha encarado a rivales que, en el papel, tienen un recorrido mayor. “Si yo estoy aquí es para que dentro de cuatro años México, cuando vaya a competir contra otra selección, no se sienta inferior. Creo en ello, hay jugadoras con mucho talento, hay estructuras muy fuertes, tienen todos los medios, pero bueno hay que exigir y hay que tener cuidado en todos los detalles; en el futbol, y se lo decía a las jugadoras, no hay que tener la idea premeditada de que este equipo es mejor que el otro; hay un millón de factores que influyen para que, cuando llega el pitido inicial, tú tengas más posibilidades de ganar, y eso incluye a todo el cuerpo técnico, todos los especialistas y todas las jugadoras, en cómo se cuidan en el día a día o cómo interpretan el plan de partido y el estudio del rival… hay detalles que hay que cuidar y en eso es en lo que nos estamos esforzando”, dijo  el timonel en febrero de 2023, previo a su debut como estratega en la Revelations Cup.

El año pasado se dio la presentación oficial en tres torneos. El primero fue de corte amistoso en la Revelations Cup, el cual ganó luego de alcanzar un mejor puntaje que Costa Rica, Colombia y Nigeria. Luego vinieron los Juegos Centroamericanos de San Salvador, en los que se obtuvo la medalla de oro al vencer a Venezuela. Y a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile se asistió por el lugar que dejó vacante Canadá; en dicho torneo, el equipo mexicano llegó hasta la final y -por primera vez en la historia-, ganó la medalla de oro.

Ahora, en la primera edición de la Copa Oro Femenil, México no arrancó de buena manera, el empate con Argentina generó dudas, por la falta de gol, la cual desapareció en el duelo contra República Dominicana y el lunes se dio un golpe sobra la mesa al vencer a Estados Unidos por 2-0. Un resultado con gran peso moral y futbolístico.

En la gestión de Pedro López se ha visto un equipo que ha tomado forma, que se le notan las intenciones con la pelota, que empieza a crecer en lo mental y en lo futbolístico, que las jugadoras están convencidas del trabajo, que se ejecutan variantes, que se buscan soluciones, que se ha mejorado en la táctica y en la técnica. Sí queda camino por recorrer pero los pasos se han dado con certeza.

 

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