El 2023 podría ser un punto de partida para prever lo que vendrá para el país, de acuerdo con la NASA dicho año se convirtió en el más cálido del que se tienen registros.
2023 podría ser un punto de referencia para lo que se avecina en años venideros, ya que en este periodo se alcanzaron temperaturas récord de calor, de hecho, la NASA ya lo considera el año más cálido del que se tiene registro.
“Superamos el umbral que no debemos rebasar, la Tierra debe mantenerse por debajo de cierta temperatura y en 2023 en varias ocasiones se rebasó (en términos de temperatura meteorológica). Si esto se vuelve algo sostenido habrá un cambio radical”, explica Constantino González Salazar, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.
El Dr. en Ciencia detalló que, dadas las condiciones actuales, 2024 podría convertirse en el año en el que se vuelvan a romper las marcas de calor extremo, es decir, se podrían presentar olas de calor mucho más intensas y peligrosas.
¿Por qué podría haber olas de calor más intensas en 2024?
Primero hay que tomar en cuenta el papel que tiene ‘El Niño’ en el clima. Este fenómeno, que se caracteriza por el calentamiento del océano Pacífico, suele presentarse periódicamente y trae consigo múltiples impactos como sequías, lluvias, calor o frío. Sin embargo, en los últimos años, su influencia se ha visto potenciada por las actividades humanas que propician el calentamiento terrestre.
“Si 2023 se dio con un inicio de ‘El Niño’, el 2024 viene con ‘El Niño’ establecido, entonces esperamos que obviamente vaya a haber temperaturas muy altas, por lo menos al nivel de lo que se estuvo experimentando en 2023, de hecho, hay que señalar que ahorita no hemos terminado invierno y las temperaturas ya empezaron a subir”, detalla el experto.
En este sentido, el Dr. Constantino considera que todo apunta a que no solo hay posibilidad de que en México se presenten temperaturas similares a las de 2023, sino que estas sean superadas, aunque enfatiza en que aún hay que esperar a ver cómo se desarrollan los factores climáticos.
Cabe destacar que, de cumplirse el pronóstico, las consecuencias podrían ser graves para el país si no se implementa un plan de prevención. Basta señalar que 2023 se convirtió en una de las temporadas con mayor cantidad de muertes por golpes de calor, situación que no se había experimentado en los últimos 10 años.
“Habrá que ver con qué intensidad llegan las olas de calor al país. En caso de que sigan las tendencias como las que vimos en el 2023, seguramente tendrán repercusiones muy fuertes. Entonces, 2023 es un aviso, una alerta ¿Qué estamos haciendo para cuando estas lleguen en 2024?”, cuestiona el Dr. González Salazar.
Las olas de calor se caracterizan por superar el umbral promedio de la temperatura en un lugar durante varios días. El año pasado en la Ciudad de México se superaron los 32°C, mientras que en estados del norte el termómetro llegó a marcar más de 50°C.
Al panorama, que aún queda en pronóstico para México, se suma a lo que alerta el informe anual de The Lancet: Countdown on Health and Climate Change (Cuenta regresiva sobre la salud y el cambio climático).
De acuerdo con el documento si no se toman medidas inmediatas para desacelerar el cambio climático en el mediano y largo plazo la mortalidad relacionada con el aumento de temperaturas subiría 4.7 veces para 2050, es decir, las muertes por calor en el mundo podrían quintuplicarse en menos de treinta años en todo el mundo.
Las sequías
El incremento de exposición al calor no solo puede llegar a tener repercusiones en la salud de las personas, sino también en los periodos de lluvias y sequías, dependiendo de la región geográfica.
Así lo revela un estudio publicado el 13 de marzo de 2023 en la revista Nature Water, mismo en el que se encontró que la intensidad mundial de sequías o precipitaciones extremas está estrechamente relacionada con el calentamiento terrestre.
En el caso del territorio mexicano, según el reporte Estado y perspectivas del Cambio Climático en México: un punto de partida, desde inicio del siglo XXI, el número de días consecutivos secos ha aumentado, de un promedio cercano a 70 días por año a cerca de 80.
Según los pronósticos y simuladores, de continuar la tendencia que se ha mantenido desde los años 2000, las zonas que podrían verse más afectadas son las ubicadas en el noroeste del país (como lo son Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua), con aumentos de entre seis y ocho días adicionales de sequía por década.
Cabe señalar que durante los últimos veinte años, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México del Servicio Meteorológico Nacional, la región norte-centro del país ha experimentado sequías excepcionales con una alta frecuencia.
Dichas sequías no llegan solas sino que vienen acompañadas de pérdidas de cultivos o pastos, incendios además de escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos.
Si bien no se puede predecir el futuro, el 2024 ya se perfila como un año seco, tanto por la presencia del fenómeno de ‘El Niño’, como por el calentamiento terrestre.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Conagua, al 15 de enero de 2024 el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) a nivel nacional fue de 61.59%, si bien es normal que invierno sea una temporada seca, este porcentaje es mucho mayor que lo cuantificado a finales del 2023, ya que en el mismo periodo de ese año, el área con sequía de moderada a extrema (D1 a D3) fue de 35.33%.
Además, a esto hay que añadir lo señalado por el Dr. Constantino, quien agrega que, si bien el calentamiento global repercute en la escasez de agua, hay otros factores que agravan esta situación, como lo son la falta de infraestructura y actualización de la Ley de Aguas Nacionales.
“¿Cuántos años tiene que no se reforma la Ley de Aguas en nuestro país? Ya es es obsoleta, se creó en un momento en que las ciudades tenían muchos menos habitantes (…) sin embargo, se sigue rigiendo por las mismas leyes de abasto de agua, entonces nunca se ha hecho una adecuación a la manera en que se debe de abastecer de agua a la población y las empresas”, explica el Dr. Constantino.
Las lluvias
Las precipitaciones intensas también llegan a ser un problema, pues mucha agua puede desembocar en inundaciones
“Es verdad que la temporada de sequías se ha ido extendiendo en días, vamos teniendo más días sin agua en zonas áridas, pero hay otros lugares en el sureste donde va a haber lluvias muy torrenciales, incluso llega a llover más que en otros años, la diferencia que puede haber es que esas lluvias se den más espaciadas”, añade el investigador.
De acuerdo con un reporte de la UNAM, la forma en que llueve en México ha cambiado, pues ahora no solo hay períodos más largos sin lluvia sino que cuando llueve, las precipitaciones son más fuertes.
Según el documento publicado en 2023, desde el 2000, los días de mucha lluvia han aumentado de ser el 21% al 26% del total. En tanto los días de lluvia extremadamente fuerte también han aumentado, pues pasaron de ser el 6% al 9% de la lluvia total entre 1980 y 2018. Los estados con los mayores aumentos en estos eventos son Baja California Sur, Yucatán y Colima.
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