Científicos encuentran por primera vez moléculas de agua en asteroides

Científicos encuentran por primera vez moléculas de agua en asteroides

Un equipo de investigadores del Southwest Research Institute (SwRI) descubrió, por primera vez, moléculas de agua en un asteroide utilizando los datos arrojados por el retirado observatorio aerotransportado SOFIA de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Alemana en el DLR

¿Cómo fue posible saber esto?
Para lograrlo, los científicos observaron cuatro asteroides ricos en silicatos utilizando el instrumento FORCAST para aislar las firmas espectrales del infrarrojo medio indicativas de agua molecular en dos de ellos.

“Detectamos una característica que se atribuye inequívocamente al agua molecular en los asteroides Iris y Massalia“, dijo Anicia Arredondo del SwRI, autora principal de un artículo sobre el descubrimiento publicado en la revista especializada Planetary Science Journal. Los datos de dos asteroides más débiles, Parthenope y Melpomene, eran demasiado ruidosos para sacar una conclusión definitiva.

De acuerdo con Arredondo, este hallazgo se basó en el éxito del equipo que encontró agua molecular en la superficie de la Luna iluminada por el Sol y en los datos del observatorio SOFIA.

Según los expertos, en aquel entonces SOFIA detectó moléculas de agua en uno de los cráteres más grandes del hemisferio sur de la Luna. Los científicos identificaron aproximadamente el equivalente a una botella de poco más de 350 mililitros de agua atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar, químicamente ligada a minerales.

“Basándonos en la intensidad de la banda de las características espectrales, la abundancia de agua en el asteroide es consistente con la de la Luna iluminada por el Sol. Del mismo modo, en los asteroides, el agua también puede unirse a minerales, adsorberse en silicatos y quedar atrapada o disuelta en vidrio de impacto de silicato”, dijo Arredondo.

A pesar de este descubrimiento, los especialistas señalan que el instrumento FORCAST aparentemente no es lo suficientemente sensible para detectar la característica espectral del agua, si está presente. Por lo que el equipo buscará usar el Telescopio Espacial James Webb de la NASA, el principal telescopio espacial infrarrojo, para utilizar su óptica precisa y su relación señal-ruido superior para investigar más objetivos.

“Hemos realizado mediciones iniciales de otros dos asteroides con el James Webb durante el segundo ciclo. Tenemos otra propuesta para el próximo ciclo para analizar otros 30 objetivos. Estos estudios aumentarán nuestra comprensión de la distribución del agua en el sistema solar”, señaló Arredondo.

Un hallazgo importante para saber dónde puede haber vida
Este hallazgo es importante debido a que los asteroides son restos del proceso de formación planetaria, lo que significa que sus composiciones varían dependiendo de dónde se formaron en la nebulosa solar”. En el caso de los asteroides de silicato anhidros o secos estos se forman cerca del Sol, mientras que los materiales helados se fusionan más lejos.

Al comprender su ubicación y composiciones los expertos pueden saber cómo se distribuyeron y evolucionaron los materiales de la nebulosa solar desde su formación arrojando luz sobre cómo llegó el agua a la Tierra.

Además, la distribución del agua en el sistema solar proporciona información sobre la distribución del agua en otros sistemas solares y, dado que el agua es necesaria para toda la vida en la Tierra, indicará dónde buscar vida potencial, tanto en el sistema solar como más allá.

 

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