🔸 El legislador advierte sobre los riesgos de la indignación sin rumbo y destaca que la Marcha de la Transformación es un acto político y humano para fortalecer el proyecto nacional.
#CDMX | Desde su reciente columna, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, lanzó un llamado a la unidad democrática y a la responsabilidad colectiva en tiempos de incertidumbre, respaldando la convocatoria de la presidenta Claudia Sheinbaum a la Marcha de la Transformación.
Inspirado en reflexiones de Daniel Innerarity y José Ortega y Gasset, Monreal subraya que la democracia no solo administra instituciones, sino también emociones colectivas.
La indignación —escribió— puede abrir caminos de transformación, pero también puede conducir al abismo cuando se convierte en enojo sin rumbo.
“El desafío es convocar hacia un destino común, no alimentar resentimientos”, señala, advirtiendo que la extrema derecha busca aprovechar ese descontento para reinstalar viejos privilegios. Por ello, considera que la marcha convocada por la presidenta Sheinbaum representa un acto profundamente político y profundamente humano, al reunir a quienes iniciaron la transformación en 2018 y a las nuevas generaciones que comienzan a mirar críticamente al país.
Monreal destaca logros de la Cuarta Transformación como el aumento histórico del salario mínimo, la separación entre poder económico y poder político, el combate a la pobreza y los beneficios sociales que hoy alcanzan a millones de personas. Sin embargo, sostiene que el mayor avance ha sido construir una nueva visión de la política: gobernar con dignidad y poner al pueblo en el centro de las decisiones.
Frente a una oposición que —asegura— ha quedado atrapada en el discurso del enojo y la fragmentación, el legislador afirma que la Marcha de la Transformación es un mensaje de esperanza:
“Es la expresión viva de un pueblo que no se resigna a ser dividido.”
A siete años del inicio de la Cuarta Transformación, Monreal asegura que no se trata de un cierre de ciclo, sino de un nuevo punto de partida que exige madurez, claridad y compromiso.
“El llamado —concluye— es a convocarnos sin miedo, a defender lo logrado y mantener viva la participación ciudadana… porque la unidad es más poderosa que la polarización”.
