Arzobispo de Durango exhorta a orar ‘incesantemente’ por Cónclave

🔸 Esta semana, se llevará a cabo el proceso para elegir al sustituto del Papa Francisco en El Vaticano.

#DURANGO | El cónclave para elegir al nuevo Papa inicia este miércoles 07 de mayo, por lo que en las iglesias católicas de todo el mundo se llevan a cabo jornadas de oración para que los cardenales tomen la decisión correcta.

También en el ámbito local hay bastante expectativa en torno a este proceso de elección, por lo que se propusieron algunas acciones a realizar.

Tras el fallecimiento del Papa Francisco, la iglesia católica entró en un periodo de Sede Vacante y se preparó para vivir el cónclave que inicia este miércoles 07 de mayo.

“Es por eso que, unidos a toda la Iglesia, los convoco a orar incesantemente durante estos días para que los Señores Cardenales sean iluminados por el Espíritu Santo, y así puedan elegir un nuevo Papa según la voluntad de Dios”, exhortó el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez.

A través de un documento dirigido a presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas y a todos los fieles de la Arquidiócesis de Durango, propuso algunas acciones a realizar, tales como llevar a cabo una Hora Santa en cada parroquia, capellanía y templo, así como en las casas de los distintos institutos religiosos, rezar el Santo Rosario acompañando este momento con velas encendidas, ofrecer la Santa Misa por el cónclave y realizar al final de cada Santa Misa la oración por la elección del Papa que el Misal Romano propone.

El cónclave para elegir al 267º Sucesor de Pedro, comenzará este miércoles, a las 4:30 horas, dieron a conocer los cardenales en la V Congregación General que se llevó a cabo el pasado 28 de abril.

El cónclave se realiza en completo aislamiento, a puerta cerrada. Es la reunión de todos los cardenales menores de 80 años para elegir al nuevo Papa, cuando el anterior muere o renuncia.

Antes de comenzar el cónclave, se hace una misa especial en la basílica de San Pedro para pedir la guía del Espíritu Santo.

Posteriormente, los cardenales se encierran en la capilla sixtina bajo juramento de secreto absoluto.