Este martes por la mañana, tuvo su primera audiencia en un tribunal de Chicago, en Illinois
Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, compareció este martes ante una corte en Chicago. Guzmán López, detenido en el Centro Correccional Metropolitano (MCC) de Chicago, fue arrestado el 25 de julio junto a Ismael “El Mayo” Zambada en el aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México, cerca de El Paso, Texas.
Durante la audiencia, la jueza Sharon Johnson Coleman le informó de los cargos en su contra, que incluyen tráfico de drogas, posesión de armas de fuego y lavado de dinero. Guzmán López se declaró no culpable. La jueza ordenó que permanezca en prisión en espera del juicio, según informó la agencia de noticias Reuters. Guzmán López está representado por Jeffrey Lichtman, quien también fue abogado de su padre.
Ovidio Guzmán, otro hijo de El Chapo, fue extraditado por México a Estados Unidos en 2023 y se encontraba en la misma prisión de Chicago. Sin embargo, tras la detención de Guzmán López, el nombre de Ovidio desapareció del registro federal de prisiones. El gobierno aseguró que sigue bajo su custodia, sin dar más detalles.
El Mayo Zambada fue presentado en corte el pasado viernes ante una jueza de distrito en Texas, y se le dictó prisión preventiva.
El gobierno mexicano, presidido por Andrés Manuel López Obrador, indicó el lunes que el Departamento de Justicia de EE.UU. informó que el vuelo que llevó a Guzmán López y a Zambada a suelo estadounidense no fue planeado “por ninguna agencia gubernamental”.
La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, informó durante la conferencia matutina habitual de López Obrador que EE.UU. había respondido con siete puntos a su solicitud de informe sobre lo ocurrido antes y durante la entrega o detención de los dos narcos, a quienes EE.UU. considera líderes del cartel de Sinaloa.
En esa respuesta, EE.UU. indicó que sabía que Guzmán López estaba considerando entregarse a las autoridades federales, pero que “nunca había concretado su intención”.
Alrededor de las 10:30 de la mañana del 25 de julio, las autoridades estadounidenses recibieron información de que el hijo de El Chapo estaba dispuesto a entregarse “entrando a territorio estadounidense en un vuelo privado ese día”. Cerca de las 2:35 de la tarde “fueron informadas de que Guzmán López volaba rumbo a EE.UU. para entregarse”, pero, según Icela Rodríguez, no tuvieron aviso previo de dicho vuelo ni confirmación independiente de que el narcotraficante estuviera “efectivamente” en la aeronave.
Cinco minutos después, explicó Rodríguez, se les informó que el avión ya estaba en el aire y que Zambada también podría ir a bordo. El Departamento de Justicia dijo al gobierno mexicano que la aeronave aterrizó cerca de las 4:24 de la tarde en el aeropuerto de Santa Teresa. “El vuelo en sí no fue planeado por ninguna agencia gubernamental estadounidense”, dijo la responsable de Seguridad mexicana, reiterando que el gobierno de México no “participó”.
Las autoridades estadounidenses se trasladaron hasta el aeropuerto y, una vez que la aeronave tocó tierra, arrestaron a los dos pasajeros que iban en el interior, quienes luego confirmaron que se trataban de Zambada y Guzmán López. “El gobierno mexicano fue notificado en cuanto se confirmó”, dijo Rodríguez, agregando que la Secretaría de Seguridad mexicana recibió fotos de los sospechosos.
Rodríguez señaló que la Fiscalía General de la República abrió una carpeta de investigación en Sonora para determinar si hubo algún delito en las acciones policiales o ministeriales, “incluyendo el origen y destino de la aeronave en la que viajaron a EE.UU.”
Frank Pérez, abogado en EE.UU. de Zambada, aseguró que su cliente fue llevado a territorio estadounidense en contra de su voluntad y que fue secuestrado por Joaquín Guzmán López, como parte de un acuerdo de rendición del hijo de El Chapo.
“Mi cliente no se rindió ni negoció ningún término con el gobierno de EE.UU. Joaquín Guzmán López lo secuestró. Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres con uniformes militares y Joaquín”, dijo Pérez.
Pérez explicó que “sus piernas fueron amarradas y le pusieron una bolsa negra sobre la cabeza. Entonces lo lanzaron a la cajuela de una camioneta pickup y fue llevado a una pista aérea. Según dijo, Zambada “fue metido a la fuerza en un avión, sus piernas fueron amarradas a un asiento por Joaquín y traído a EE.UU. en contra de su voluntad. Las únicas personas en el avión eran el piloto, Joaquín y mi cliente”.
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